22 de junio 2024
La peregrinación anual a La Meca, conocida como el hach, ha resultado trágica este año con más de 900 fallecidos debido a una ola de calor extremo que alcanzó los 52 grados. Esta cifra se ha recopilado de diversas fuentes, aunque el número podría aumentar en los próximos días.
Egipto ha sido el país más afectado, con al menos 325 peregrinos fallecidos, la mayoría por golpes de calor, aunque el gobierno solo ha reconocido oficialmente 28 muertes entre los más de 50,000 egipcios que realizaron el ritual. La dificultad en recopilar datos se debe en parte a que muchos peregrinos viajaron de forma irregular, fuera de las cuotas oficiales establecidas por Arabia Saudita.
El primer ministro de Egipto, Mostafa Madbuli, ha formado una célula de crisis para dar seguimiento a la situación. Jordania también ha registrado un elevado número de muertes, con al menos 75 fallecidos, y ha culpado a individuos y agencias que facilitaron estos viajes irregulares.
El Ministerio de Exteriores jordano ha confirmado que las muertes se debieron al “calor extremo”. Otros países como Indonesia (200 muertos), India (98), Malasia (34), y Bangladés (31) también han reportado numerosas bajas.
Arabia Saudita, que organiza y gasta millones de dólares en acomodar a los fieles durante el hach, no ha emitido una reacción oficial ante estos decesos, aunque ha celebrado el “éxito” de la peregrinación.
En Túnez, la crisis ha tenido consecuencias políticas, con la destitución del ministro de Asuntos Religiosos, Ibrahim al Shaibi, tras conocerse la muerte de 49 peregrinos tunecinos. Otros países, como Marruecos, el Kurdistán iraquí, Irán, Libia, Holanda, Estados Unidos y Siria, también han reportado fallecidos.
El hach es uno de los cinco pilares del islam y es obligatorio al menos una vez en la vida para cada musulmán que tenga la salud y los recursos necesarios. Este año, las altas temperaturas y la falta de acceso a instalaciones climatizadas para muchos peregrinos que viajaron de forma no oficial han contribuido a esta tragedia.